Todavía no entraba al aire Epigmenio Ibarra en el programa “Por la mañana”, cuando Ciro Gómez Leyva, desde Madrid, ya estaba furioso porque el productor lo mencionó en su columna de Milenio, en la que además definió a España como el “escondite de la derecha”.

Molesto, Ciro pidió a Epigmenio una explicación y le lanzó preguntas que ni siquiera le dejó responder:

“Es una columna que yo tomo como una agresión”, aclaró Ciro visiblemente molesto, con la voz temblorosa y sentención: “Los dogmas no requieren de hechos”.

“Insinúa que yo me escondo en Madrid, un raro escondite porque anuncié desde hace tiempo que yo venía Madrid, y por aquí transmito todos los días este programa, en Grupo Fórmula, se me puede encontrar con facilidad”, soltó Ciro antes de que Epigmenio pudiera tomar el micrófono, a quien acusó de haber escrito esa columna con “mala entraña”.

— Uno ¿a qué atribuyes de que sigamos en este programa. Dos, ¿de quién me estoy escondiendo? Te escucho.

El productor, en calma, inició:

“Las dos cosas que preguntaste, la primera está respondida en el artículo. Y digo: mantienen índices de audiencia”.

— ¡Responde la pregunta!, interrumpió Ciro.

—A que mantienen índices de audiencia y subrayo, el aparato media…

—¿Y por qué tenemos índices de audiencias si estamos tan desacritados?, interrumpió el conductor.

—Me permites, Ciro, ¿me permites hablar?, respondió el cineasta.

— Me vas a responder, me vas a responder, me vas a responder. Tu aprovechas un espacio fuera de esta tribuna para agredir, y me agredes a mí, agredes a Manuel, agredes a los reporteros, agrades a Jaime Azcárraga y agredes a Grupo Fórmula, así que responde, elevó el tono Ciro Gómez Leyva.

—¡Mientes!, exclamó Epigmenio Ibarra.

—No miento, contestó molesto Gómez Leyva.

Parte de la columna en la que Epigmenio Ibarra menciona a Gómez Leyva, dice:

“Por eso Ciro Gómez Leyva se rehúsa a aceptar —desde ese escondite de la derecha en que se ha convertido Madrid— que Andrés Manuel López Obrador ha cumplido con la palabra empeñada al retirarse por completo, en un gesto democrático que lo honra, de la vida pública. Por eso columnistas como Raymundo Riva Palacio publican patrañas y se empecinan en un reiterado intento misógino de desacreditar a Claudia Sheinbaum. Por eso esa correntada de resentimiento que recorre los medios; esa condena racista y constante a un pueblo que decidió en las urnas tomar el control de su destino”.

Ese texto fue leído al aire por Epigmenio, quien logró que Ciro reaccionara expresando con cierto sarcasmo:

—Perdón, me puse un saco que no me correspondía. Tienes razón, Epigmenio.

“Yo me refería que te reusas a aceptar a que Andrés Manuel tomó una decisión, durante muchos meses, cada vez que dije, se va a eclipsar y va a desaparecer, me dijiste: ya veremos”, le recordó Epigmenio a Ciro, quien negó sus palabras.

“Hazte cargo”, le insistó Epigmenio sobre las palabras que Ciro Gómez ha dicho acerca del retiro de AMLO.

“Tu dijiste que López Obrador se esconde para que no le griten viejo cabrón”, rememoró el productor de la 4T.

A lo largo de casi 30 minutos, Ciro y Epigmenio discutieron sobre la columna, uno a gritos, otro con calma, a pesar de que en Grupo Fórmula difundieron fragmentos de la colaboración criticando a Epigmenio Ibarra, quien lleva tres años colaborando en “Por la Mañana”.

“Yo no me dedico al dogma, a la propaganda, yo tengo que probar”, justificó Ciro, quien  apenas y mencionó que recientemente participó, junto con Felipe Calderón, en el foro de ultraderecha “España y México, amigos para siempre”, organizado por la Fundación NEOS, donde rechazó que España deba disculparse con México por los abusos cometidos durante la Conquista.

Pero miercóles en su programa, transmitido de forma simultánea en Madrid y en Ciudad de México, Ciro Gómez Leyva cortó de tajo la conversación y mandó a corte abrúptamente. Al regresar, expresó: “hasta aquí de estar tolerando descalificaciones”, y aunque él no permitía a Epigmenio intervenir, exigió que se le dejara hablar, por lo que el productor lo exhibió:

“El que está rabioso eres tú, estás furioso Ciro, ¿me vas a dejar hablar?”, preguntó Epigmenio Ibarra y sentenció que Ciro le dijo “cosas hirientes e infundadas”.

Con contundencia, Epigmenio Ibarra aclaró lo publicado en Milenio, y aunque Ciro no lo quiso escuchar, el colaborador de los miércoles siguió leyendo ante un incrédulo comunicador de derecha hoy habitante de Madrid, España.