“Fofo” Márquez, todo un show… hasta que dejó de serlo

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Por años, Rodolfo “Fofo” Márquez construyó su fama a base de escándalos y prepotencia. No fue su talento ni su carisma lo que lo convirtió en una figura viral, sino sus desplantes: cerrar con autos de lujo el puente Matute Remus en Guadalajara, burlarse de adultos mayores y trabajadores, protagonizar peleas en antros y hasta ser acusado de maltrato animal. Todo era parte del show… hasta que dejó de serlo.

Hace un año, un simple rozón al espejo de su automóvil en un estacionamiento terminó por destapar lo que siempre había estado ahí: la violencia real detrás del personaje viral. Cuando Edith, una mujer de 52 años, intentó llamar a su seguro tras el percance menor, Márquez la golpeó brutalmente hasta que algunos testigos intervinieron. La agresión quedó registrada en video, imágenes que inundaron las redes sociales y la indignación pública se extendió por todo el país.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México tomó cartas en el asunto con la firmeza que exige la lucha contra la violencia de género. En abril de 2024, se giró una orden de aprehensión contra Márquez, quien fue detenido y trasladado al penal de Tlalnepantla. La evidencia era irrefutable: el video, los testimonios y los dictámenes médicos confirmaban la brutalidad del ataque.

Márquez intentó evadir la justicia con la misma soberbia con la que se burló de las normas en redes sociales. Presentó amparos, pidió ser juzgado como “ciudadano común” y rechazó un acuerdo que le habría reducido la condena a 11 años. Pero la Fiscalía mexiquense, con una investigación sólida y un compromiso inquebrantable con la justicia y con la víctima, sostuvo la acusación por feminicidio en grado de tentativa. Los peritos determinaron que la violencia ejercida pudo haber sido letal.

El 24 de enero de 2025, un juez falló en su contra. Y el 29 de enero la sentencia llegó: 17 años y seis meses de prisión por feminicidio en grado de tentativa. 

El caso de “Fofo” Márquez es un recordatorio de que la violencia de género no es un escándalo pasajero en las redes sociales, sino un problema real con consecuencias reales. Esta vez, la justicia alcanzó al agresor y el Gobierno del Estado de México, gobernador por primera vez por una mujer, tiene un real compromiso con erradicar la violencia de género y garantizar que los agresores enfrenten las consecuencias de sus actos.