Texcoco, Estado de México - La noche de ayer se vivió un intenso descontento en la Feria del Caballo, donde el popular cantante Luis R. Conriquez se vio obligado a suspender su presentación. La multitud, ansiosa por escuchar sus famosos "belicones", estalló en protestas cuando el artista se limitó a interpretar solo temas románticos, debido a las advertencias de la Secretaría de Seguridad del Estado de México sobre las sanciones por cantar narcocorridos.

A medida que avanzaba el show, el ambiente se tornó tenso y los primeros gritos de desilusión se escucharon desde el público. La situación escaló rápidamente, llevando a la gente a expresar su frustración de manera violenta, resultando en destrozos y caos en el palenque. Testigos reportaron escenas de descontrol, con asistentes molestos lanzando objetos y exigiendo el regreso de los temas que los llevaron a asistir al evento.

La intervención de las autoridades fue necesaria para calmar la situación, mientras que muchos fans se retiraron decepcionados de la presentación, que prometía ser una de las más memorables de la feria. Este incidente pone de relieve la complejidad de la regulación de la música popular en el país y el fuerte vínculo emocional que los fanáticos tienen con los géneros musicales que reflejan su cultura y vivencias.